Un año más te presentamos nuestro evento de Halloween, una fiesta terroríficamente divertida. Será una noche muy especial cargada de muchas sorpresas. ¡Anímate y ven ataviad@ para la ocasión!
Halloween es a día de hoy una de las celebraciones más populares de nuestro siglo. Posiblemente creas que los disfraces y aquello de “trick or treat” (truco o trato), proviene de los Estados Unidos y realmente así ha sido en los últimos años, extendiéndose por todo el mundo, pero en realidad no fueron los americanos los creadores de esta fiesta. Originariamente proviene de europa, y es mucho más antiguo de lo que nos imaginamos. ¿Sabías que la celebración que hoy conocemos como Halloween, es una mezcla de la fiesta pagana de Samhain y la fiesta religiosa del Día de Todos los Santos?
En Irlanda, la noche del 31 de octubre se celebraba el festival Samhain (que se pronuncia “sow-in”) que significa “fin del verano”. Dicho festival celebrara el final de las cosechas y el comienzo de un nuevo año celta, coincidiendo con el solsticio de otoño. Esta fiesta representaba para ell@s la muerte y renacimiento de su dios, al igual que lo hacían los campos y la naturaleza.
Cuenta la historia que el mundo de los espíritus y el de los vivos quedaba abierta, y los fantasmas de los muertos. Para guiar a los familiares fallecidos y asustar a los espíritus malvados, se utilizaban nabos llenos de carbón ardiendo como faroles, y los niños iban de casa en casa recogiendo regalos que posteriormente ofrecían a los dioses (los sacrificios humanos y animales eran un elemento muy importante).
Posteriormente fiestas como el Samhain, fueron perdiendo importancia aún sin llegar a desaparecer del todo. El Papa Gregorio IV una vez llegada la Romanización, y como solían hacer los cristianos para facilitar la conversión de otros pueblos, aprovechó la festividad de Samhain y la convirtió en el Día de Todos los Santos (‘All Hallows’ Eve’), respetando en parte la importancia que se daba a los fallecidos. La versión cristiana de esta festividad está muy difundida en países europeos como España o en otros latinoamericanos como México, donde se adaptó a las costumbres mayas y acabó por derivar en el ‘Día de Muertos’.
En el siglo XVIII, resurge el Samhain una vez que los inmigrantes irlandeses lo llevaron a Estados Unidos. En el siglo XIX, cuando Halloween ya había entrado en nuestras vidas, se cambiaron los nabos por calabazas ya que eran más fáciles de tallar y a que había un excedente de calabazas en el país.